viernes, 24 de mayo de 2019

Parque Natural Protegido de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán I: Cuestas del Cedacero, Peñas Blancas (625 m.), Bco de la Víbora, Rambla del Cañar, Lomas de Carrascas (04, 09,13, 20 y 27-03-2016)


Parque Natural Protegido de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán I: Cuestas del Cedacero, Peñas Blancas (625 m.), Bco de la Víbora,  Rambla del Cañar, Lomas de Carrascas  (04, 09,13, 20 y 27-03-2016)


Durante cinco días del mes de marzo de 2016 visitamos el maravilloso entorno de Peñas Blancas adscrito a la Diputación de Los Puertos de Sta Bárbara perteneciente al municipio de  Cartagena. 

Cartel con mapa de la zona protegida ubicado a la entrada de la Rambla del Cañar (foto: 14-02-2023)

El Parque
Natural Protegido de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán se constituyó en 1992, teniendo en la actualidad las categorías de protección ZEPA (zona de especial protección de aves) y LIC (lugar de interés comunitario).
Ocupa una superficie de 11.361,04 hectáreas en su mayoría dentro del municipio de Cartagena (zona suroccidental) y una pequeña parte de Mazarrón y Fuente Álamo, con gran valor paisajístico, biológico, geológico, histórico, etnobotánico y etnocultural.

Algunos apuntes geológicos 

Nuestra querida Gea, Tierra, es un planeta geológicamente activo y dinámico, en continuo cambio y transformación por efecto de la conjunción de factores constructivos y destructivos (corrientes de convección del manto terrestre, dinámica de placas tectónicas, vulcanismo, agentes erosivos marinos, eólicos, fluviales, físico-químicos,...).
Magníficos ejemplos de todos ellos podemos encontrar dentro del parque.
Gráficos tomados de A. del Ramo. Las líneas, circulos y cuadrados azules son nuestros. representan el entorno aproximado del parque y los elementos geológicos en el representados
En opinión de los geólogos, Murcia, en sentido general como antiguo reino y en el más restringido y actual como región, es un estupendo lugar para estudiar y admirar los complejos procesos que conformaron los sistemas béticos de los que forma parte.
Éstos se originaron hace entre 23 y 11 Ma y en el contexto de la orogenia alpina como consecuencia del choque entre la microplaca de Alborán o Mesomediterránea (zonas internas del Mediterráneo) con el Paleomargen Sudibérico (zonas externas) y la confluencia de la placa Ibérica con la Africana. 
Sobre ellos, tanto a la par como con posterioridad,  intervienen los agentes erosivos que modelan el relieve, los cuales y el vulcanismo relativamente reciente (de 1 Ma -Cbzo. Negro de Tallante- hacia  atrás -8 Ma, cabezos cartageneros, islas del Mar Menor, etc.-) dan como resultado el aspecto que actualmente tiene la Región de Murcia.

En el parque natural podemos encontrar por un lado materiales de las zonas internas del Mediterráneo del tipo Nevado-Filábride (por las sierras granadinas Nevada y de Los Filabres). Éstos  se movieron significativamente desde su lugar de origen hasta centenares de kilómetros -en algún caso llegan a los mil km-;


o Alpujárride (por Las Alpujarras granadinas), que en éste caso descansan estructuralmente sobre los anteriores y donde se encuentran la mayoría de las minas de las sierras  cartageneras.

Esquina superior izquierda: vía Google, vista cenital del cráter.
Encontramos además materiales volcánicos como en el Cabezo Negro de Tallante,



o materiales sedimentarios del neógeno-cuaternario, depositados a piedemonte y en los fondos de los barrancos o ramblas que siguen las fracturas del terreno -fallas-. Las propias Peñas Blancas son un magnífico ejemplo de estas últimas.
Más información en:  Región de Murcia Digital » Naturaleza » Geología


Senderismo en el entorno de Peñas Blancas



A. Cuestas del Cedacero, Bco de La Víbora y Peñas Blancas

 Tras la consulta de diversos mapas, el primer día y en jornada vespertina, nos acercamos al entorno de Peñas Blancas desde la ctra. de Cartagena a La Azohía por las Cuestas del Cedacero.

 A mitad de la cuesta hay un mirador en el que dejamos el coche 
Hoy como se ve hay un cartel explicativo de la panorámica que podemos admirar

y bajamos por la carretera con ánimo explorador hasta llegar a la primera curva en la que nos introdujimos por la barranquera unos pocos metros observando la vegetación circundante y comprobando in situ la enorme dificultad de seguir esta vía de subida,


 así que volvimos sobre nuestros pasos,


 y regresamos al punto de partida. 

Ya en el coche bajamos completamente la cuesta y desde abajo dimos la vuelta por la carretera citada. 

Tras la cual, y en dirección Cartagena, a la izquierda encontramos un camino

que nos condujo a la entrada del Barranco de La Víbora

 
Almendros en flor en las proximidades del inicio del sendero PR-MU 133

Señal de inicio del sendero del Bco de la Víbora que conduce a la cumbre de Peñas Blancas.14-02-2023

Camino que se adentra en el barranco entre aliagas, palmitos, romeros y alguna que otra jara blanca
camino  por el que iniciamos la marcha  siguiendo la margen izquierda del barranco hasta llegar a un montoncito de piedras que señala el comienzo de la senda de subida a la cumbre, también por la siniestra. (En la actualidad, febrero de 2023 este montoncito ha desaparecido y en su lugar aparece una señal del sendero PR-MU 133 y un cartel explicativo de los senderos mineros).




La senda es relativamente cómoda de seguir y va remontando poco a poco la pendiente hasta llegar a la crestería.

Parte superior, dos vistas desde lo alto de la vertiente. Abajo izqda, senda a media subida; derecha a punto de completar el camino de vuelta.
Cerca de este punto la senda se bifurca en dos, la derecha lleva directamente a la cumbre y la de la izquierda, que tomamos,

conduce a una antiguas minas.
Allí descansamos brevemente y continuamos la senda en dirección suroeste.
A un kilómetro más o menos decidimos volver al punto de intersección citado antes y tomamos ahora brevemente el tramo que sube directamente al vértice geodésico.
A los cien metros paramos, contemplamos el magnífico panorama y dado lo avanzado de la hora optamos por dejar el resto de la subida para otro día y regresar por la senda hacia el punto de partida.

La vuelta se hizo también bastante cómoda y al mirar hacia atrás comprendimos que nuestra decisión fue la acertada porque el cielo tras nosotros iba cerrándose con nubes espesas y el viento arreciaba presagiando cuando menos llovizna segura, la cual nos acompañó al principio de nuestro regreso en coche a casa.



A la izquierda, ctra. de Cartagena a La Azohía por las Cuestas del Cedacero, a continuación Bco de La Víbora, Peñas Blancas y Rambla del Cañar
El día nueve y en jornada mañanera reemprendimos la tarea de culminar la cumbre de Peñas Blancas. Lo hicimos siguiendo la misma vía del anterior intento.


Panorámica desde abajo del barranco, en primer término plantaciones de algarrobos y almendros

Impresionantes vistas del barranco, de las sierras litorales cartageneras y de parte del Campo de Cartagena
Al llegar a la bifurcación nos dirigimos por la derecha directamente hacia la cúspide. 

En la cima hay una superficie amesetada con ligera pendiente hacia el sur y, contrariamente a lo que pueda parecer, el vértice geódesico no se encuentra en la pared vertical, sino un poco más al este en dirección Cartagena.


Las vistas de los cuatro puntos cardinales son impresionantes. 

 El día estaba diáfano y durante un buen rato nos acompañaron una bandada de cuervos jugando con las corrientes de aire.

Tras admirar sobradamente el paisaje, volvimos sobre nuestros pasos hacia el Refugio de Peñas Blancas donde descansamos y repostamos antes de emprender la bajada hasta el lugar de partida. 

El día 27 volvimos otra vez al barranco para un breve recorrido por el interior del mismo.
 

Seguimos el camino hasta el final, que cada vez se va haciendo más agreste a medida que se interna en el barranco hasta llegar a una antigua explotación minera, cuyos derrubios se aprecian en la imagen detrás de los palmitos de la parte izquierda.

He de resaltar que el Barranco de la Víbora ha sido un auténtico descubrimiento para mí  por su enorme riqueza y singular belleza. Estoy seguro que nuestra querida región guarda muchas sorpresas como ésta.

B. Loma de Carrascas, Peñas Blancas y Rambla del Cañar

El trece de marzo accedimos al entorno de Peñas Blancas por la Rambla del Cañar tomada desde el lado de Tallante.

Dejamos el coche en las cercanías de un pequeño caserío próximo a la rambla y tomamos a la izquierda un camino que se adentra por el borde derecho de uno de los ramblizos que bajan de los montes aledaños a Peñas Blancas


entre albaidas, cañahejas y carrascas.


Llega un momento que abandonamos el camino y tomamos una empinada senda que nos aproxima progresivamente, y a ratos con singular esfuerzo, a la base nordeste de Peñas Blancas.


En las inmediaciones de la Morra de la Yesera se aprecian estas impresionantes vistas parciales del suroeste del Campo de Cartagena y lomas adyacentes a Peñas Blancas.


Al otro lado se puede admirar una magnífica vista de la Boca del Cañar y de los dos  cabezos que a ambos lados hacen de carrillos de ésta, entre los cuales se deja entrever el pueblo de Isla Plana. Al fondo el Mediterráneo y la Bahía de Mazarrón.


Tras subir la morra, bajamos hasta el Collado de Labajo que la separa de Peñas Blancas.
A la izquierda observamos como un grupo de guiris exploradores transita por el camino que por la vertiente de la umbría del barranco paralelo al de La víbora conduce al citado collado.
Al frente, en dirección sureste, se aprecia el imponente farallón de Peñas Blancas, a cuyo pie discurre  la senda


que decidimos explorar y por la que durante un buen trecho compartimos trayecto con los caminantes ya nombrados. 
Al llegar al montocito de piedras que jalona uno de los senderos de bajada a la rambla, y dada la hora, optamos por seguirlo y dejar para otro día el resto del recorrido por la senda a pie de farallón.
En primer plano, varias jaras blancas floridas

Así que pronto llegamos a uno de los caminos de acceso a las fincas de piedemonte
y a través de él a la Rambla del Cañar,

 por la que transitamos en dirección nordeste

hasta alcanzar el punto de partida, bien entrado ya el mediodía.


El veinte de marzo volvimos a la Rambla del Cañar,
empezando en este caso el recorrido en las proximidades de la desembocadura, entre La Azohía e Isla Plana, algo más allá del camping de Los Madriles. Se utilizan además imágenes tomadas el día nueve porque entonces hicimos a pie una breve cata de la rambla, recorriéndola además completamente en coche en nuestro camino de regreso a casa, enlazando con la carretera nacional en Tallante.


A la rambla vierte aguas una desaladora o depuradora que deja esta peculiar cascada destacando sobre la aridez del paraje circundante.


El camino transita sobre el lecho de la rambla
A la izquierda y estampada en la roca, marca de sendero de pequeño recorrido, PR. Vegetación típicamente mediterránea y detalle de la acumulación de sedimentos sobre los que ha profundizado el cauce de la rambla.
por el que transitamos durante un poco de tiempo  hasta que nos adentramos ligeramente en la vertiente derecha

desde la que se observan estas preciosas estampas de la vegetación,


cuevas y algún que otro desprendimiento.


Mirando hacia atrás, se aprecian restos de abancalamientos 


y del aprovechamiento humano de la zona desde tiempo inmemorial
 como atestiguan este cartel 
y los restos del molino harinero cuya balsa queda cubierta hoy parcialmente por la vegetación autóctona.
 En la actualidad, febrero de 2023, el camino que discurre por el cauce de la misma sigue utilizándose por los pastores para el tránsito de ganado ovino.





Ya no regresamos al cauce sino que vamos ascendiendo progresivamente, primero siguiendo el camino que se sube hasta el final de los campos abandonados 
y que en la linde de la fronda torna en estrecha y empinada senda, 
 
 primero enmedio del pinar

Composición manual de dos imágenes con algo de licencia en la tangencia. La perspectiva y la escala no son coincidentes, pero juntas dan cierta idea de la profundidad y magnificiencia del lugar.
y luego, una vez llegado a la crestería, ésta torna a más esteparia y menos densa de porte arbustivo mediterráneo.
La visión del azul del mar a estas alturas y distancias es espectacular y un remanso de paz que invita a un breve descanso tras el arduo esfuerzo de la ascensión.
Se aprecian también los restos de una antigua explotación minera y el camino que desde la carretera lleva hasta ella.


Puede otearse también la senda que sube hacia arriba, siendo por tanto también otra vía de acceso a la cumbre.


Desde aquí se tiene una amplia perspectiva del farallón rocoso de Peñas Blancas y del largo y empinado camino que todavía nos queda.
A estas alturas, la senda serpentea siguiendo las curvas de nivel y fragosidad del terreno,
 dejándonos estas magníficas estampas.
Ahora la senda se aleja de la crestería
y de la pared vertical..., 
que como véis

se aprovecha para la práctica de la escalada.

El color blanco al que alude el nombre del lugar, no es el propio de la roca, tal y como puede apreciarse en estas imágenes, donde las manchas rojizas  producto de la acción erosiva, que casi parecen obra de un artista prehistórico, revelan el color original de la pared porque el tono blanquecino es el resultado de la acción de un liquen sobre la superficie rocosa.



 Nosotros dejamos a los escaladores y continuamos la marcha disfrutando del entorno,
 la vista de la Rambla del Cañar
 desde esta perspectiva es extraordinaria. 


 Al llegar a la altura de la senda donde estaba la bifurcación por donde bajamos en la anterior caminata y por la premura de tiempo, en vez de llegar al Collado de Labajo y desde allí bajar al cauce, como ese tramo ya lo habíamos hecho el otro día de subida, optamos por acortar y bajar al lecho de la rambla por el mismo lugar


y éstas son algunas de las imágenes tomadas durante el trayecto
por este singular lugar tradicionalmente agrícola y ganadero,
hoy en manifiesto declive y que todos debemos, según nuestras posibilidades y responsabilidades, contribuir a su conservación. 


Vegetación de Peñas Blancas y de La Rambla del Cañar

He aquí un muestrario, algo extenso aunque no exhaustivo, de la extraordinaria vegetación que nos podemos encontrar en este privilegiado entorno:

A. Orquídeas














 
Anacamptis (orchis) collina, orquídea pobre o de las colinas
 Fotos tomadas el 14 de febrero de 2023 en el Bco de la Víbora







 

B. Árboles y arbustos (Tanto en este apartado como en el siguiente se ha  seguido parcialmente el criterio clasificatorio seguido por José A. López Espinosa en la sección de  Naturaleza/Flora de  Rg. de Murcia Digital, donde distingue entre árboles y arbustos de hierbas y matas, desgajando las orquídeas de éstas últimas)






























  Almendro, Prunus dulcis (= Prunus amygdalus)
 








Algarrobo, ceratonia siliqua.
Magnífico ejemplar de algarrobo ubicado en el Bco de la Víbora. 14-02-2023




C. Hierbas y matas































Violeta, viola arborescens (Bco de la Víbora, 14-02-2023)


 Collejón, moricandia arvensis (Bco de la Víbora, 14-02-2023)



Para saber más:
  • Antonio del Ramo y otros en Región de Murcia Digital » Naturaleza » Geologia 
  • José Antonio López Espinosa en Región de Murcia Digital » Naturaleza » Flora » Hierbas y Matas
  • Guía de campo de las Orquídeas de la provincia de Granada. VV. AA. Ed. Pinsapar, 2016.
  •   «Orquídeas silvestres de la Región de Murcia» de J.A. López Espinosa y P. Sánchez. Ed. DM, Murcia 2007.
  • Pedro Sánchez y otros, “Nueva Flora de Murcia“. Ed. DM, Murcia 2011 (3ª edición).
  • Aedo Pérez, Carlos & Herrero Nieto, Alberto (eds.) Flora ibérica. [...] Vol. XXI. Smilacaceae-Orchidaceae... (2005).
  • VV.AA. “Claves de la Flora Vascular de Andalucía Oriental” edición impresa y digital en pdf. Universidades de Granada, Almería, Jaén y Málaga. Granada 2011. 

















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